La casa CL22 es en esencia una respuesta extremadamente sencilla a no pocos condicionantes de partida de la parcela: por un lado, una pendiente de este a oeste de más de una planta, por otro lado unas vistas al oeste con la Bahía de Santander como protagonista, por otro lado orientación noroeste expuesto a mayores inclemencias de temperatura de vientos de gallego y por otro lado a vientos nordeste que en el verano de Santander hace que las buenas temperaturas se conviertan en incódomas.
La planta baja resuelve ese desnivel de la parcela orientándose con un ventanal porche panorámico, un ventanal de 15 metros a la Bahía, a las puestas de sol y que actúa también como peana para la planta superior que contiene el programa de noche de habitaciones y esta planta se presenta con un claro carácter escultórico en el que prima el aspecto brutalista de granito oscuro de una cantera cercana que busca un contraste por el interior de madera y ebanistería muy fina y muy cuidada.
Los materiales de la planta baja son piedras de la misma cantera en tanto en el interior como el exterior y la piscina.